Mi nombre es Mikel Varas. Escribo esculturas y esculpo poemas, partiendo de materiales como el acero inoxidable, madera… Me sirvo de la luz y de las sombras para escribir palabras en el aire, para que los pájaros puedan leerlas. Para que todos nosotros podamos, asimismo.
La sombra muestra nuestro miedo y nuestra falta de conocimiento y la luz construye la pregunta. La respuesta está en cada ojo, en cada intuición, en cada cerebro en el que se cierra el círculo de nuestra ignorancia y nuestro conocimiento.
El punto de partida de mi arte es un diálogo con los espacios, con los lugares que cada ser humano ocupa. Este lugar tiene sus dimensiones espaciales y temporales, y también tiene sus dimensiones intra-humanas e inter-humanas. Esta conexión curva el acero, brota de las tablas de madera y se traduce en emoción. Una emoción que hace humano al mundo. Una emoción que muestra al ser humano que es humano.